Alternativa: Vuelta de Formación (antes de empezar una carrera de fórmula 1, los pilotos dan la vuelta de formación, donde aprovechan de reconocer la pista, calentar motores, frenos y neumáticos, y ponerse en el lugar de la partida) .
Al terminar la universidad llega “el momento de la verdad”. Todo lo estudiado, lo aprendido y lo vivido en esos 5-6 años debe ser puesto en práctica. Muchas veces el primer trabajo es determinante en la carrera profesional y normalmente no se le da al proceso de búsqueda la importancia que se le debe dar.
En mi experiencia entrevistando una gran cantidad de personas, y acompañando a profesionales en sus procesos de transición y búsqueda laboral, he constatado reiteradamente que el haber postulado como primer trabajo a una multinacional de consumo masivo, o a una empresa de retail, o ser parte de un emprendimiento, define en gran medida lo que la persona hizo después. Ustedes podrán decir que eso ha cambiado, que los millenials duran en promedio 18 meses en cada trabajo y es verdad, pero aun así, tomar buenas decisiones respecto a dónde trabajar lleva a un círculo virtuoso de mayor afinidad con los valores de la empresa, mayor compromiso con el trabajo y mejores resultados laborales en el mediano y largo plazo.
En primer lugar -y un par de meses antes de salir efectivamente al mercado- es importante hacer una exploración del mercado laboral, que fundamentalmente amplíe la mirada del contexto. Una muy buena e interesante práctica es partir generando un gran número de conversaciones con distintas personas cercanas: papás o hermanos de amigos, tíos, primos, cuñados; profesores, personas con las que hizo la práctica. Conversaciones semi formales donde se pregunta por el tipo de trabajo que hacen, qué opinan del mercado laboral, qué harían diferente a lo que hicieron, que decisiones laborales fueron importantes en sus vidas.
Otras preguntas que se pueden hacer van en la línea de aprender sobre las distintas culturas de las empresas, y las diferencias que existen entre las industrias, entre empresas grandes y pequeñas, nacionales o extranjeras, y dentro de una empresa entre las distintas áreas. ¿Cómo describiría la cultura de esta empresa? ¿Cuál es su propósito? ¿Qué características tienen las personas que han sido exitosas aquí? ¿Qué buscan en las personas que contratan? Son preguntas que te pueden dar información sobre esto.
Tener como objetivo inicial conversar con muchas personas para ampliar la mirada, sin dudas, dará las primeras pistas de aquellos ámbitos que se empiezan a hacer atractivos.
A continuación y con la información que se obtuvo en esas conversaciones, hacer un listado con las empresas que a priori les interesan para trabajar, de acuerdo a sus preferencias personales y a los hallazgos surgidos de las conversaciones previas.
Seguramente serán muchas y diferentes entre sí, pero justamente la idea es buscar toda la
información que se pueda en las mismas páginas web corporativas, noticias que aparecen en
Google, buscar en LinkedIn personas a las que conocen que trabajan ahí, entre otras muchas
opciones. De esa forma tendrán un mejor panorama de las empresas, de los propósitos que hoy las mueven, del estilo y de cómo y cuánto se alinean a los objetivos personales.
Entre muchos otros beneficios, esto aumentará la probabilidad de elegir correctamente el tipo de organización ideal para el primer trabajo. Esto no significa que esas empresas tengan justo una vacante y los vayan a contratar de inmediato, eso es cierto. Pero estarán atentos al tipo de empresa que quieren y a la que no, lo que aumentará considerablemente la posibilidad de éxito.
El ejercicio anterior les hará también reflexionar sobre su propuesta de valor: qué puedo yo
ofrecer a una empresa, más allá de haber estudiado una carrera en una determinada universidad.
¿Qué me diferencia del resto de mis compañeros? ¿Qué puedo aportar? Son preguntas que deben revisarse durante toda la vida laboral para mantener una alta empleabilidad y ser lo más competitivo posible.
Finalmente, dados los nuevos desafíos del mercado post Covid, es importante destacar que
competencias como la proactividad, la flexibilidad y el compromiso, son claves y deben estar
constantemente reforzándose. Técnicas como el coaching organizacional para el desarrollo de habilidades blandas serán -cada vez más- parte de la inversión que debemos hacer en nuestro futuro laboral, de la misma forma como invertimos en formación académica para ser mejores profesionales.